miércoles, 26 de agosto de 2009

Guerrilla

Estoy cansada de, a estas alturas, tener que dar explicaciones. Estoy harta de sentirme perseguida y culpable como si hubiera hecho algo malo.
Debería ahorrarme los llantos nocturnos y los cabreos, pero hay días en los que no los puedo evitar. Estoy desmoralizada, pero eso es solo culpa mía, que me dejo influir por el mal ambiente y una visión nefasta del futuro inmediato. Sólo pensar en seguir (mal) viviendo de esta manera durante un tiempo indefinido, se me ocurren las ideas más extravagantes para ponerle fin a la incomodidad de la situación. Sé que no soy tan cabrona como pretenden hacerme creer, pero hay momentos del día, y sobre todo de la noche, en los que me apetece bajar unos cuantos niveles y demostrar que puedo ser mala, sádica, vengativa y deshonesta. Quizás llegue un momento en el que me sienta tan presionada que haga uso de alguno de los trucos tan rastreros que se usan conmigo, y dé un golpe de gracia dónde poca gente sabe que dolería. Sería efectivo y muy doloroso, pero también me haría daño yo.
Empiezo a odiar, cuando no hace mucho quería. Estoy padeciendo urticaria y una inflamación de las gónadas que no tengo de tanto contenerme. Pero cuando explote, por el bien de todos, espero estar sola. Así salpicaré lo menos posible.
My friend, son tiempos de guerrilla y resistencia. Lo que no sé es quien es quien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se puede luchar y ganar, en una guerra, todo vale, de eso se trata, asi que saca tus garras y a luchar como la que mas, yo me quedo en el banquillo pero si hace falta salto al terreno de juego. Ya me pondre al dia, un besote!!!