miércoles, 17 de febrero de 2010

Cuanto tiempo!!!!

Buenas!!!! Cuanto tiempo ya no me acuerdo ni como se escribía...Vamos hacer el intento, uno de tantos.
Nunca pensé que una relación me durara tan poco... 2 meses ni más ni menos, bueno quizás un pelín más pero por ahí andamos. Creo que lo mio no son las relaciones, a mi me gusta más ir de flor en flor alternando con capullo, eso si se me daba bien, ahora me cuesta pillar el hilo otra vez, pero lo voy a intentar.
Yo creo que cuando me llegue el amor de mi vida ya lo notaré, si !!! así como mi amiga B, que se pone tontita, nerviosa, pocas ganas de comer, de verdad se le esta quedando un tipín, tiene unas paticas la pobre, jejeje...
Creo que nunca me enamoraré, como dice mi amiga soy el perro del Hortelano, pero es lo que hay creo que eso no va a cambiar a menos que aprenda a querer, a quererme... de momento vivo mi vida feliz, como se puede, solo tengo que coger otra vez mi rumbo de mis días de juerga y todo arreglado...así que nada intentare escribir cosas interesantes, en otro momento, solo que como hacia muchos días, meses perdón, que no escribía solo era para saludar, y hacerles saber a todos los seguidores de mi amiga B, que ya mismo es un añito mas mayor, jejeje lo siento!!!!!

miércoles, 3 de febrero de 2010

¿Qué les pasa a los hombres?

Vengo a actualizar esto, que hay polvo hasta en los títulos de crédito. Está claro que las dos pendonas estas pasan de absolutamente todo. Y aun tienen la desfachatez de decir que no escribo nada. Menudas cabritas.

Sólo soy una chica normal. Ni fea ni guapa, ni alta ni baja, ni gorda ni flaca.... Bueno, aquí miento... Me sobran quilos... Pero aun con esas, soy normal, corriente y moliente.
Soy morena (ahora, porque he llevado el pelo de tantos colores que cuando veo una foto de otros tiempos me cuesta reconocerme), mido uno setenta y no diré cuanto peso... Antes muerta que reconocerlo. Casi me da un infarto la última vez que me subía a ese invento de Satán que es la báscula del baño.
Vamos, que creo que ha quedado claro, que no soy ninguna diosa de ni nada de eso. Normal, del montón. Diría incluso que de la parte de abajo (no digo esto para que nadie me lleve la contraria y me suba el ego, soy totalmente realista y me veo al espejo todos los putos días. Eso que quede clarito.)

Después de esto, a ver si me ayudáis a desentrañar algunos misterios que me llevan sucediendo desde que ha empezado el año, porque juro por Dior y Gucci que no entiendo nada de nada.
Voy por orden y resumiendo... Bueno, por el orden que me dé la gana, que para eso es mi pisico y me lo f*llo cuando quiero, y resumiendo porque no tengo demasiado tiempo para escaquearme. Lo que más pena me da es que no puedo entrar en esos blogs que tanto me gustan. Tengo que recuperar las buenas costumbres... Un día de estos, claro.
A lo que iba, que me pierdo.
Imagino que recordaréis todos mi última experiencia en casa de A., con ese tarado. Vale. Pues me juré y perjuré que no se me volvería a pasar por la cabeza meterme en más follones del estilo.
Pues no tardé ni una semana en llevarme la contraria. ¿Gilipollas? Pues sí, es un buen adjetivo.
A través de un conocido, tuve un encuentro con R. Nada del otro mundo, unas copas, cuatro bailes... Y me besó. Me sorprendí, claro. Y yo qué sabía! Estas cosas no las veo venir, tendré que ir a por unas lupas especiales.
Vale, pues no contento con eso, en menos de una semana me dice que me quiere. Toma Ted Mosby.
Lo mando al cuerno delicadamente.
Quedo con B. por primera vez. Aclaro desde la primera toma de contacto que es en plan amigos. Unas cañitas geniales. Una cena estupenda. Una caipiriña deliciosa. Una conversación maravillosa. Un beso apasionado... Vaya sorpresa... Me dice que me quiere. Toma Ted Mosby. Me entra la risa, evidentemente. Doy por hecho que se debe al alcohol, pero le suelto que nada de compromisos. Accede, diciendo que con que le permita disfrutar de mi divina persona (es que alucino pepinillos) no me pedirá nada formal. Pero me dice que tal tengo el fin de semana siguiente. Claramente digo que viene alguien lejano a estar conmigo. Me suelta que le jode, pero lo entiende.
Fin de semana siguiente. Viene P. y la verdad es que siento mariposillas desde la punta de los dedos de los pies hasta las abiertas puntas de mi melena. P. me dijo que creía que me quería el 24 de Diciembre. La clave estuvo en el "creo que" y las copas de más. No sólo no me preocupé por ello, sino que además hasta me gustó que me lo dijera. Desde que nos conocimos, siempre tuve la sensación de una conexión especial.
Cuando, después de cuatro Voll Damm por cabeza, salió a relucir el tema, nos reímos a gusto un rato.
Cenamos y cayó en el cuerpo demasiado vino para regar los manjares. Se me soltó la lengua y le hablé de la relación tan especial que tenía con B. Adivináis las palabras que salieron de si boca, ¿verdad? Por si quedan dudas, fueron "me jode bastante, pero lo entiendo". Se me desencajó la mandíbula. Salimos a tomar unos chupitos y seguimos hablando. Luego un par de copas... Y en algún momento de la noche, ese "creo que" pasó a ser una broma privada de la que nos reíamos a carcajadas en medio de la pista.
Al salir de la discoteca, sentados en el taxi cogidos de la mano como dos adolescentes, me llega un sms.
¿Cuando me has enviado un mensaje? Sonríe y me mira a los ojos. Leo: B. te quiero sin más.

Ahora, me siento como un gusano. Debería hacer caso de lo que me dicen las cabezas pensantes y disfrutar de dos hombre totalmente distintos, que me colman de atenciones y cariño. Y aunque mi cabeza (no tan pensante) me dice que eso sería lo mejor, mi jodido corazón me obliga a tomar una decisión.

Pero ese no es el asunto.
El temas que nos ocupa es: ¿Qué coño les pasa a los hombres? ¿No se supone que son ellos los que no se enamoran? O por lo menos los que no lo dicen... O la cosa ha cambiado (y mucho) en los años que llevo fuera "de mercado", o tengo un ojo clínico del cagarse... Porque la tercera opción (esa de que soy irresistible) queda descartada, porque el tiempo, ese mariconazo hijo de puta, me lo ha demostrado.

Total, que como la cosa siga así, voy a batir un récord o algo de eso. Un récord de drogarse para procurar entender según qué cosas, claro está.

Ea, ahí queda eso.